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Está de moda hablar del lugar donde abundan las tunas

  • Foto del escritor: César Fuentes Tovar
    César Fuentes Tovar
  • 13 sept 2021
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 12 oct 2022

Cuenta la historia que en la batalla de Tenochtitlán, Cuauhtémoc, el último tlatoani mexica, resistió con gran valor y de forma heroica el asedio de 93 días de los conquistadores.


Escudo Nacional de México.
Tenōchtítlān significa: Tetl-‘piedra’; Nochtli-‘tuna’ y Tlan-‘lugar de’: “Lugar donde abundan las tunas”.

Rememorando el 13 de agosto de 1521 y la batalla de Tenochtitlán, como alegoría de la caída de los pueblos originarios ante la corona Española, cabe hacer memoria que en esa batalla Cuauhtémoc, último tlatoani mexica, resistió con gran valor y de forma heroica el asedio de 93 días.


Lienzo de Tlaxcala códice del siglo XVI (Detalle caída de Tenochtitlán)

Hablar de los pueblos originarios de México, significa remitirse a la historia, a las tradiciones, a nuestras raíces, pero al mismo tiempo, evoca el compromiso inalienable de su identidad, sus derechos e igualdad de oportunidades.


Datos del último censo de población y vivienda que hace INEGI, indican que, a nivel nacional, existen aproximadamente 12 millones de indígenas, es decir, personas que hablan alguna de las 62 lenguas originarias, como el Maya, Mixteco, Náhuatl, Otomí, entre otras.


Infografía tomada de Culinaria Mexicana @cmexicana (2015)

A 500 años de la llamada caída de Tenochtitlán, los pueblos originarios no cayeron, más bien, renacieron como un pueblo rico en arte, cultura y tradiciones, dejando a sus descendientes sabiduría ancestral y una tierra abundante y prometedora.


Los herederos de esta tierra son hijos del maíz, hermanos del jaguar y del águila que vuela alto y en libertad. Son expresión viva de aquel símbolo que Huitzilopochtli predijo: del águila posada en un nopal, devorando una serpiente, y que fue hallado en un islote del gran lago de Texcoco.


Son descendientes de aquellos ingenieros magistrales que construyeron una ciudad flotante, sorprendiendo al extranjero conquistador, pues lo mismo que servía para el cultivo y al comercio en el tianguis, daba lugar a pirámides y al Tzompantli. Son hijos de aquellos artistas de Bonampak y los relieves del templo de Quetzalcóatl. Es por eso que está de moda hablar del lugar donde abundan las tunas.


"El mercado de Tlatelolco", Diego Rivera (1945). Palacio Nacional de México.

Los mexicanos son majestuosos como la pirámide del sol. Son la belleza del jade maya hecho arte. Son la bravura de aztecas y tlaxcaltecas. Son colosales como las cabezas olmecas. Son aquellos que buscaron vivir en el ombligo de la luna, y por ello construyeron pirámides para clamar la protección de sus deidades, y encarnar el respeto y la fuerza de los elementos naturales.


¡El señorío no cayó! Derribaron los templos, sí. Se impuso una nueva religión, sí. Pero aún se siembra maíz; se hacen tortillas a mano; se come pozole; se bebe cacao caliente; se degusta el amaranto; se disfruta un taco con aguacate y chile, o bien, de frijoles y epazote, hechos en olla de barro que les da un sabor único; también se comen escamoles, chinicuiles, chapulines y mixiotes; incluso saciar la sed con un jarro de pulque fresco, y aunque no a todos les gusta, se entiende, porque “es bebida de dioses”.


Muestra gastronómica de México. Imagen con carácter ilustrativo, tomada de mexicodesconocido.com

Está de moda hablar del lugar donde abundan las tunas, porque el México de hoy es diverso, pluriétnico y mestizo. Es la tierra donde aún Tlaloc sigue inundando ciudades, de donde se sigue hablando del misticismo de Quetzalcóatl y del conejo en la luna, aquel que colocó como gratitud a su buen corazón y que tanto nos caracteriza a los mexicanos.


Aquí se dan “apapachos” como muestra de apoyo. Se dice “tocayo” a aquel que lleva el mismo nombre que uno y “cuate” a los amigos. Después de grandes fiestas se despiden a las familias que llegaron desde lejos y se les pone el “itacate”. Se usa el “mecate” para tender la ropa. Tomamos “mezcal”, comemos “esquites”, masticamos “chicle” y seguimos yendo al “tianguis”.


En esta tierra, se idealiza un amor bonito como el de Popocatépetl e Iztaccíhuatl. Se demuestra valentía como los zacapoaxtlas, aquellos que derrotaron en batalla al entonces mejor ejército del mundo. Se honra a los antiguos mexicanos, que, según la leyenda, hicieron llorar a Hernán Cortés en el árbol de la noche triste. Se respeta a los guardianes de la selva, a los chamanes que se conectan con espíritus y la naturaleza, a quienes respetan el poder del peyote y son protegidos de mayáhuel.


¡No cayó Tenochtitlán! Tampoco los pueblos originarios nacionales, sólo se han adaptado para prevalecer en esta vorágine, así como las especies: se adaptan o se extinguen, y la prueba más fehaciente de esta adaptación, es su mestizaje.


Arriba: Serie "Pintura de Castas" (muestra), Miguel Cabrera (1763). El Museo de América. Abajo: "Gráfico de Darío Brooks"/BBC Mundo (fragmento). Tomado de masdemx.com

Hoy cada científico, intelectual, artista, deportista y mexicano son el sincretismo de dos culturas, que han logrado conjugar el pasado y el presente, en busca de un mejor futuro.


Por esto y más “amo el canto del cenzontle, pájaro de 400 voces", pero amo más a mis hermanas y hermanos mexicanos, porque somos herederos mestizos de los pueblos originarios de México, somos cultura viva que persiste y lucha por salir adelante. Es por eso que está de moda hablar del lugar donde abundan las tunas.


Sí, en efecto, en aquel entonces, ellos ganaron la batalla, pero no la guerra, hoy ¡SOMOS LA RESISTENCIA! ¡VIVA MÉXICO!

2 Comments

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Miguel Conde Peredo
Miguel Conde Peredo
Sep 18, 2021

En efecto la mayoría somos el resultado de un mestizaje, pero al nacer y estar en este hermoso país, nuestras raíces aquí se encuentran y la raíz nutre al árbol... por lo tanto no deberíamos olvidar como nuestros antepasados originarios de este país respetaban a la madre tierra y lo que en ella existe entre otras muchas cosas que ellos cultivaban en su cultura y que nosotros hemos olvidado... ojala y pudieramos retomar lo bonito y bueno de ese pasado glorioso.


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Virii Diana
Virii Diana
Sep 13, 2021

Sin duda la mejor reflexion que le leido😍 de lo que somos los mexicanos y que en realidad a pesar de las invasiones y conquistas seguimos manteniendo lo mas importante que son nuestras raices, defendiendo y enalteciento nuestra gran cultura ... es para mi un gran orgullo ser mexicana❤️

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